sábado, 24 de abril de 2010

TU NIÑA

PAPI NO ME HABLES
DE ESA MANERA
PAPI NO ME MIRES
DE ESA MANERA
PAPI NO ME TOQUES
DE ESA MANERA...
SI SUPIERAS COMO ME DUELE
OJALA Y ME MUERA...

Cómo detectar si un niño está sufriendo abusos y qué hacer en esa situación.


Cómo detectar si un niño está sufriendo abusos y qué hacer en esa situación.

Existe una serie de indicadores físicos y psicológicos que, en caso de reproducirse, pueden llevarnos a sospechar que un menor está sufriendo algún tipo de abuso sexual y que debemos por tanto intervenir:

• INDICADORES FISICOS: moretones, infecc...ión urinaria, dolor al sentarse o al andar, sangrado... u otros indicadores de tipo psicosomático como los trastornos alimenticios (anorexia, bulimia...) o el insomnio.
• CAMBIOS EN LA CONDUCTA: desconfianza, introspección, tendencia al aislamiento, reproducción de conductas sexuales que no corresponden a la edad, agresividad, problemas escolares...
• TRASTORNOS EMOCIONALES: ansiedad, depresión, sentimiento de culpa , miedos, pánicos y fobias, rechazo hacia algunos adultos, conflictos familiares...
La mayoría de los menores que sufren algún tipo de abuso sexual terminan manifestándolo de alguna manera, normalmente de forma velada. Los cambios bruscos en su conducta, o difíciles de justificar, pueden revelarse como señales importantes a tener en cuenta, para lo que es fundamental crear un clima de comunicación y confianza en la familia.

Si sospechamos que dichos abusos se están produciendo debemos actuar de la siguiente manera:

1. Preguntar al menor. Insistir. Provocar con tacto que nos cuente lo que le sucede. lo más importante es prestar atención no sólo a lo que nos cuente (puede no estar preparado aun para hacerlo) sino también cómo nos lo cuente y cómo reaccione ante las preguntas.

2. Creer al menor. Son raros los casos de niños que inventan una agresión sexual, no suelen mentir al respecto. Si no se les cree puede que no se sientan con fuerzas suficientes como para volver a contarlo.

3. Convencerle de que no es culpable. La mayoría de los menores que sufren abusos llegan a desarrollar un verdadero sentimiento de culpabilidad. Muchos no pueden comprender que se les haga daño sin haber una razón, sin haber hecho nada para merecerlo. Hay que dejarle claro que el culpable es siempre la persona mayor.

4. Asegurarle nuestra protección personal. Contar y manifestar una situación así es muy duro. Debemos comprometernos a ayudarle, apoyarle y hacer lo posible para solucionar el problema.

5. Reforzar su autoestima y ayudarle a recobrar la confianza en si mismo/a. Esto es muy importante para contrarrestar los sentimientos de culpa.

6. Hablar de lo ocurrido y del agresor, tanto para aclarar como para interiorizar lo sucedido. No transmitir lástima o comprensión hacia el agresor, ya que en un futuro el pedófilo podría servirse de ese sentimiento para acercarse de nuevo al menor.

7. Comunicar el abuso a los padres, si no tienen conocimiento ni están implicados. Comunicarlo también a los Servicios de Protección de Menores, pero a nadie más. Cuantas más personas lo sepan más sufrirá el menor y más difícil resultará su reintegración a la vida normal.

8. Denuncie SIEMPRE los abusos sexuales sobre menores. Las consecuencias para éste son imprevisibles y siempre dramáticas.
Además, tenga en cuenta que muchos abusadores no cesan en su actitud si no son frenados y pueden repetir lo abusos durante años.

Cómo identificar cuando niños y niñas sufren abuso sexual


Cómo identificar cuando niños y niñas sufren abuso sexual

El niño que es víctima de abuso sexual prolongado, usualmente desarrolla una pérdida de la auto-estima, tiene la sensación de que no vale nada y adquiere una perspectiva anormal de la sexualidad. El niño puede volverse muy retraído, perder la confianza en todos l...os adultos y puede hasta llegar a considerar el suicidio.

¿Cómo saber si un niño fue o está siendo abusado sexualmente?

Un niño o niña abusada sexualmente puede presentar cambios drásticos en su físico o su comportamiento:

Indicadores físicos de abuso sexual
- Dificultad para caminar o sentarse
- Lesiones, Desgarros, magulladuras en los órganos sexuales
- Irritación del área anogenital
- Infecciones en zonas genitales y urinarias
- Enfermedades venéreas
- Presencia del esperma
- Embarazo
- Dificultades manifiestas en la defecación
- Hemorragias por la vaginal o por el recto.
- Ropa interior manchada o rota.
- Hematomas en el cuerpo, especialmente en los genitales.

Indicadores comportamentales de abuso sexual
- Masturbación excesiva
- Conocimientos y conducta sexuales impropios a su edad.
- Interés excesivo, ó el evitar todo lo de naturaleza sexual.
- Comportamiento seductor.
- Depresión ó aislamiento de sus amigos y familia.
- Desorden del apetito (perdida, anorexia, bulimia).
- Regresiones, incapacidad para controlar esfínteres.
- Problemas de sueño (Insomnios, miedo y pesadillas).
- Llanto continuo.
- Excesiva agresividad.
- Temor o rechazo a alguna persona.
- Bajo rendimiento escolar.
- Desconfianza en sí mismo.
- Negarse a ir a la escuela, delincuencia.
- Secretismo.
- Evidencia de abusos o molestias sexuales en sus dibujos, juegos o fantasías.
- Comportamiento suicida.
- Otros cambios severos en su comportamiento.


Muchas veces no se notan señales físicas de abuso sexual en el niño pero si se notan en los genitales o en el ano, sólo pueden ser reconocidas por un médico.
Con esta aclaración, no se puede decir que todos los niños que presenten esos cambios en su físico o comportamiento estén sufriendo el abuso sexual. De todas formas acuda al pediatra por sí acaso.

El malo hace el mal, porque existe gente buena que no quiere hacer el bien...
Neri Costa-yumque

viernes, 23 de abril de 2010


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PROSTITUCION INFANTIL(VIDEO)

Prostitucion Infantil

Llamado internacional para poner fin a la violencia contra los niños, niñas y adolescentes


Llamado internacional para poner fin a la violencia contra los niños, niñas y adolescentes

Por la designación de un/a Representante Especial en Violencia contra los Niños, Niñas y Adolescentes

La violencia es una realidad diaria para millones de niños, niñas y adolescentes alrededor del mundo, afectando a personas menores de edad de ambos sexos y edades, de todos los contextos sociales, y de todas las nacionalidades. En cada parte de sus vidas - sus hogares y familias, las escuelas, las instituciones, los lugares de trabajo y las comunidades - los niños, niñas y adolescentes pueden ser maltratados, abusados sexualmente, torturados, así como asesinados. Los ofensores de esta violencia son a menudo las mismas personas que son responsables de protegerlos - sus padres, madres, cuidadores/as, profesores/as patrones/as, la policía y fuerzas de la seguridad. La violencia es una epidemia global de proporciones escandalosas, violentando el derecho que tiene cada niño, niña y adolescente a vivir en un ambiente seguro y sano.

El estudio del Secretario General de la O.N.U sobre violencia contra los niños y las niñas expone el alcance impactante de la violencia hacia esta población y documenta sus efectos devastadores sobre los niños, niñas y adolescentes, sus familias, sus comunidades, y ante una sociedad más amplia. El estudio establece claramente la necesidad urgente de la acción inmediata de prevenir y de responder a la violencia contra niños, niñas y adolescentes en todas sus formas.

Como organizaciones locales, nacionales, y regionales, y organizaciones no gubernamentales internacionales de cada parte del mundo, invitamos a cada Estado Miembro de la O.N.U a poner en práctica todas las importantes recomendaciones del estudio.

Habiendo cuidadosamente revisado las diferentes maneras y alternativas para asegurar un liderazgo global en este tema, invitamos a los Estados Miembros a actuar en la Asamblea General de la ONU, solicitando la designación de un/a Representante Especial del Secretario General en violencia contra los niños y las niñas. Dicho/a Representante Especial trabajará con el Sistema de la ONU, sus Estados Miembros, las ONGs, los niños, niñas y adolescentes, fungiendo como defensor/a con un alto nivel y un fuerte perfil para asegurar la acción concreta de poner fin a la violencia contra niños, niñas y adolescentes en todas las partes del mundo.
Lista de Organizaciones:

Instamos a las organizaciones nacionales e internacionales a que firmen la petición. Puede contactar por correo electrónico: info@crin.org o barbagliac@gmail.com o comunicacion@derechosinfancia.org.mx y visitar el siguiente enlace http://www.facebook.com/l.php?u=http%3A%2F%2Fwww.crin.org%2Fviolence%2Fpetitions%2Fpetition.asp%3FpetID%3D1004&h=dad0f

Terremoto en el Vaticano


Pederastia: Terremoto en el Vaticano
Leonardo Boix y Rodrigo Vera



LONDRES, 19 de abril (Proceso).- El escándalo provocado por los casos de sacerdotes pederastas en diferentes países se enfoca cada vez más en Joseph Ratzinger, quien, primero como arzobispo de Munich y después como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, supuestamente encubrió a religiosos que abusaron de menores. A las demandas judiciales en su contra se agregan las voces que piden su renuncia, en tanto que activistas ateos de Gran Bretaña preparan una estrategia legal para que la justicia detenga al pontífice.

El Papa Benedicto XVI es cada vez más cuestionado por supuestamente encubrir a sacerdotes pederastas, entre ellos Marcial Maciel, por lo cual ya se le pide que renuncie al trono pontificio. Incluso se prepara una audaz estrategia judicial para arrestarlo durante su viaje a Gran Bretaña, programado para septiembre próximo.

Dos de los principales activistas del movimiento ateísta inglés, los escritores Richard Dawkins y Christopher Hitchens, encabezan esta batalla legal para arrestar al pontífice “por crímenes de lesa humanidad”, arresto que, de concretarse, podría generar una disputa diplomática sin precedente entre Londres y el Vaticano.

Dawkins y Hitchens –cuyos libros promueven el ateísmo– comienzan a trabajar con destacados abogados defensores de derechos humanos para preparar la demanda jurídica contra Benedicto XVI por su supuesto encubrimiento a sacerdotes que han abusado sexualmente de menores de edad.

Ambos activistas aseguran que el Papa no podrá protegerse con la inmunidad diplomática en caso de un pedido de arresto, pues aunque su visita es considerada como de Estado, él no es jefe de ningún Estado reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Dawkins –quien ocupa la cátedra “Charles Simonyi de Difusión de la Ciencia”, en la prestigiosa Universidad de Oxford– sostiene que el máximo dirigente de la Iglesia católica no debe “salirse con la suya, cuando cualquier otro ministro de gobierno tendría que rendir cuentas y enfrentar a la justicia” al verse implicado en semejantes delitos.

En un texto enviado a varios medios de prensa, entre ellos Proceso, señala: “Un líder religioso como el Papa no debería ser diferente. Por esa razón Christopher Hitchens y yo apoyamos la actual investigación llevada a cabo por los abogados Geoffrey Robertson y Mark Stephens sobre la complicidad criminal del Papa. Estos excelentes juristas creen que, para comenzar, ellos tienen un caso convincente contra el estatus del Vaticano como Estado soberano, sobre las bases de que fue una situación ad hoc creada por las políticas internas bajo el régimen de Benito Mussolini, y que nunca recibió el estatus (de Estado soberano) por parte de la ONU”.

De ahí que, de tener éxito este argumento inicial, “el Papa no podrá pedir inmunidad diplomática como jefe de Estado, y podría ser arrestado al pisar suelo británico”, sostiene Dawkins, quien es etólogo, zoólogo, teórico evolutivo y autor del popular libro El espejismo de Dios.

Se pregunta: “¿Dónde han estado los gobiernos mundiales todo este tiempo? ¿Dónde están sus valores morales? ¿Dónde su determinación para tratar a toda persona igual ante la ley? El gobierno de Gran Bretaña, lejos de buscar justicia para las víctimas inocentes de la Iglesia católica romana, se prepara para darle la bienvenida a este grotesco hombre manchado por el escándalo”.

Y remata: “Tendrá que ser la corte la que decida –una corte civil y no eclesiástica– acerca de si el caso contra Ratzinger es lo suficientemente condenatorio como parece. Si él es inocente, que lo demuestre ante la corte. Pero si es culpable, que enfrente la justicia como cualquier otra persona”.

A su vez, su compañero Hitchens –periodista y autor de libros como Cartas a un joven disidente, Dios no es bueno y Dios no existe– aseguró en un mensaje difundido el domingo 11 que “Benedicto XVI no puede estar sobre la ley”.

Detalló: “El encubrimiento institucionalizado de abusos sexuales es un crimen bajo cualquier ley y no demanda ninguna ceremonia privada de arrepentimiento o sobornos de la Iglesia, sólo justicia y castigo”.



En la mira



Benedicto XVI tiene previsto realizar su visita oficial a Gran Bretaña del 16 al 19 de septiembre. Estará en las ciudades de Londres, Glasgow y Coventry. En esta última beatificará al cardenal John Henry Newman.

¿Qué pasos piensan seguirse para arrestar al pontífice? ¿Qué instancias judiciales intervendrán? ¿Se tendrá consideración a su avanzada edad?

El destacado abogado Mark Stephens sostuvo el domingo 11 en entrevistas con diarios británicos que, a pesar de sus 82 años, Benedicto XVI goza de buena salud que no se vería afectada durante su posible detención. Y señala que puede pedir a la Fiscalía de la corona británica realizar los procedimientos criminales en su contra, lanzar una acción civil o enviar el caso a la Corte Penal Internacional de La Haya.

Stephens –para quien el Vaticano es un híbrido de ciudad elevada al rango de Estado independiente– explicó:

“Hay muchas vías legales contra el Papa. Hemos llegado a la conclusión de que el Vaticano no es un Estado bajo la ley internacional. No está reconocido por la ONU, no tiene fronteras que estén cuidadas y sus relaciones internacionales no son de entera naturaleza diplomática.”

Adelantó que contra Benedicto XVI se utilizarán los mismos principios legales que llevaron a las autoridades británicas, en octubre de 1998, a arrestar al dictador chileno Augusto Pinochet, cuando éste visitaba Gran Bretaña… lo mismo podría suceder ahora con el Papa.

Sin embargo, un portavoz oficial de la cancillería británica que fue consultado por Proceso declaró bajo estricto anonimato que la intención de arrestar al pontífice “es una locura sin basamento jurídico”.

Agregó en tono conciliador: “La visita del Sumo Pontífice se llevará a cabo como está planeada y el Papa puede estar tranquilo, porque no será detenido. El resto son puras especulaciones”.

Pero el viaje papal empieza a provocar rechazo en algunas organizaciones civiles británicas, como “Protest the Pope” (Protesta al Papa), la cual envió –el pasado 10 de marzo– una petición con 28 mil firmas al primer ministro británico, Gordon Brown, objetando la gran cantidad de dinero destinado para recibir al pontífice. Ya durante la visita, este grupo organizará manifestaciones y otros actos de protesta contra el visitante.

No es ésta la única acción legal para sentar al pontífice en el banquillo de los acusados y ante una corte civil. El abogado estadunidense Jeff Anderson también lo intenta, pero valiéndose de la ley Racketeering Influence and Corrupt Organizations (RICO, por sus siglas en inglés), la cual se utiliza contra las redes mafiosas que operan internacionalmente.

Y es que, para Jeff Anderson, el Vaticano opera justamente “como una mafia, como una organización criminal” que encubre a sus sacerdotes pederastas y es encabezada por el propio Papa (Proceso 1581).

Su bufete, Jeff Anderson & Associates, ha emprendido 250 demandas contra sacerdotes, obispos y arzobispos de Estados Unidos. También logró que el cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, declarara ante la Corte de Los Ángeles por encubrir supuestamente a uno de sus sacerdotes… Al Papa lo tiene en la mira.

En las últimas semanas han arreciado las acusaciones que señalan a Benedicto XVI como el principal encubridor de curas pederastas, por lo que ya se está pidiendo su “renuncia” o su “destitución”.

Hasta el mismo Hans Küng, uno de los teólogos católicos más renombrados a nivel mundial, acusó a Ratzinger de proteger a sacerdotes abusadores y de cometer muchos desaciertos durante su pontificado, por lo que le pide que mejor renuncie para bien de la Iglesia y para evitar mayores escándalos.

En un polémico artículo publicado el pasado 17 de marzo en el periódico alemán Süddeutshe Zeitung, Küng asegura que Ratzinger encubrió a curas pederastas durante los 23 años que estuvo a cargo de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de 1982 a 2005.

En su artículo –titulado La responsabilidad de Ratzinger–, el teólogo afirma que “ninguna otra persona en la Iglesia ha tenido sobre su escritorio tantos casos de abusos como él”…pero no hizo nada.

Küng –de 81 años y viejo conocido de Ratzinger, ya que ambos participaron en el Concilio Vaticano II, en los años sesenta– le pide al Papa que acepte públicamente su responsabilidad en lugar de lamentar una campaña en su contra: “La veracidad exige que el hombre que es responsable de encubrimiento a nivel mundial, concretamente Joseph Ratzinger, admita su propia mea culpa”.

También compañero de Ratzinger cuando ambos eran profesores de teología en la Universidad de Tubinga, Küng asegura que “constituyen una práctica funesta” los cinco años de pontificado de su excondiscípulo.

Y en una entrevista que concedió al diario Frankfurter Rundschau, a finales de marzo pasado, Küng pidió la renuncia del pontífice: “Es tiempo de que lo releven”, dijo.

Criticó al Papa por haber rehabilitado al obispo ultraconservador Richard Williamson, quien ha negó el Holocausto. Esta rehabilitación, dijo Küng, es un desa­cierto más en la larga cadena de errores del pontífice.

“Primero cuestionó que los protestantes formen una Iglesia, luego calificó de inhumanos a los musulmanes, y ahora ofende a los judíos permitiendo el regreso a la Iglesia de un negador del Holocausto”, dijo el teólogo.



Los cánones



El sacerdote Raúl Soto, especialista en derecho canónico, aclara:

“La destitución de un Papa es imposible; el colegio cardenalicio no lo puede destituir ni siquiera la destitución puede darse mediante un concilio ecuménico, que es la reunión de todos los obispos del mundo. Esto lo estipula el canon 1404 del Código de Derecho Canónico.”

–Pero, ¿sí puede renunciar?

–Sí, efectivamente, la renuncia de un Papa puede darse. Pero en toda la historia de la Iglesia solamente un Papa ha renunciado al cargo, allá por el año 1300; fue Celestino V, un ermitaño al que lo hicieron Papa y se dio cuenta de que no tenía los atributos para gobernar.

El canonista remite al canon 332, el cual señala textualmente: “Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie”.

Algunos testimonios sostienen que Rat­zinger, primero como arzobispo de Munich y luego como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, supo de casos de sacerdotes pederastas y no actuó en consecuencia.

Por ejemplo, los periódicos alemanes Süeddeutsche Zeitung y Die Zeit han documentado que, en 1980, cuando era arzobispo de Munich, Ratzinger aceptó en su arquidiócesis al capellán Peter H., sabiendo que ya había sido denunciado por abusar de menores de edad en la ciudad de Essen. Este capellán seguiría después con sus abusos, al grado de que, apenas en marzo pasado, fue suspendido finalmente por la Iglesia.

También, en 1985, cuando ya era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Ratzinger dirigió una misiva al obispo John­ Cummins, de la diócesis de Oakland, en Estados Unidos, donde le pide que no castigue al sacerdote Stephen Kiesle, quien abusó de menores de edad a finales de los setenta. Ratzinger argumentó que había que proteger al pederasta “por el bien de la Iglesia universal”, según publicó la agencia AP el pasado 9 de abril.

Otro caso es el del sacerdote Lawrence Murphy, de Wisconsin, quien abusó de más de 200 niños sordos entre 1950 y 1975. Varios obispos estadunidenses le informaron a Ratzinger por escrito sobre estas denuncias. Pero el hoy Papa también decidió protegerlo. Y Murphy murió en 1998 sin ser enjuiciado.

El expediente sobre los abusos cometidos por el sacerdote mexicano Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, también lo tuvo Ratzinger en sus oficinas durante años.

El exlegionario Alejandro Espinosa, una de las víctimas de Maciel, cuenta a Proceso:

“En 1998, las víctimas de Maciel le presentamos el asunto a Ratzinger para que se abriera un juicio. Pero éste nos advirtió que no podía procesar a Maciel porque era muy amigo del entonces Papa Juan Pablo II. En otra ocasión, a nuestra apoderada legal, Martha Wegan, Ratzinger le dijo que era preferible el sufrimiento de las pocas víctimas a que miles de fieles perdieran la fe.”

Ante la cerrazón del Vaticano, las víctimas de Maciel, encabezadas por José Barba, viajaron a Ginebra, Suiza, para presentar allá, en octubre de 2002, una queja ante la ONU, para que el organismo internacional investigara el caso y le llamara la atención a la Santa Sede (Proceso 1374).

Dice José Barba: “A casi ocho años de distancia, en la ONU todavía no se ha resuelto nada. Tiene que encontrarse alguna fórmula internacional para quitarle tanta impunidad a la Santa Sede”.

–¿La actual tentativa de arrestar al Papa, en Gran Bretaña, podría ser una solución justa?

–No creo que la corona británica lo permita. ¡Imagínese! el arresto de un Papa es algo insólito. Provocaría un escándalo de dimensiones internacionales.

jueves, 22 de abril de 2010




HOY 22 DE ABRIL 2010
CELEBRAMOS EL 40 ANIVERSARIO
DE FESTEJAR
"EL DIA DE LA TIERRA"
ABRAZALA COMO UN HIJ@ AMOROS@
FELICIDADES HERMOSA MADRE
DESDE HOY CUIDARE MAS DE TI...
Neri Costa-yumque

miércoles, 21 de abril de 2010

PEDOFILIA Y PEDERASTIA


PEDOFILIA

Desde un punto de vista médico, la paidofilia o pedofilia es una parafilia que consiste en que la excitación o el placer sexual se obtienen, principalmente, a través de actividades o fantasías sexuales con niños de, generalmente, entre 8 y 12 años.[1] A la persona que padece pedofilia se le denomina pedófilo, un individuo de, al menos, 16 años que se entretiene sexualmente con menores de 13 y respecto de los que mantiene una diferencia de edad de, por lo menos, cinco años.

La pedofilia es un rasgo multifactorial en la personalidad del que la padece, y se compone de aspectos mentales, institucionales, de actividad, de educación sexual, de violencia, de control de las pulsiones, etc. En este sentido, se suelen distinguir dos tipos de pedofilia, una primaria o esencial, muy arraigada en el sujeto, y otra secundaria (u otras), que aparecería motivada por factores circunstanciales.

Por lo demás, en determinados casos en que la relación entre el pedófilo y el menor se prolonga en el tiempo, puede haber por parte del adulto un enamoramiento real con esa persona a la que él considera como su joven pareja, sobre todo cuando esta se halla en la edad de paso entre la infancia y la pubertad.

Existen, a este respecto, diversas asociaciones de pedófilos que reivindican la pedofilia como una forma más de vivir la sexualidad humana y que, en consecuencia, debe ser aceptada con naturalidad por parte de la sociedad.

Las conductas pedófilas son muy heterogéneas, desde casos inofensivos o casi inofensivos, hasta aquellos en que alcanzan niveles que entran dentro de lo criminal. La actividad sexual de un pedófilo con un menor cuando no media consentimiento por parte de este se conoce con el nombre de abuso sexual infantil o, también, pederastia (palabra que, etimológicamente, significa lo mismo que pedofilia);específicamente, a este tipo de pedófilo es al que se le suele conocer con el nombre de abusador sexual o pederasta.Con todo, en ocasiones, el término «pedofilia» se utiliza como sinónimo de «abuso sexual a menores» o «pederastia», tanto en la bibliografía especializada,[6] como en los medios de comunicación.

PEDERASTIA
Abuso sexual infantil
De manera genérica, se considera abuso sexual infantil a toda conducta en la que un menor es utilizado[1] como objeto sexual por parte de otra persona con la que mantiene una relación de desigualdad, ya sea en cuanto a la edad, la madurez o el poder.
Se trata de un problema universal que está presente, de una u otra manera, en todas las culturas y sociedades y que constituye un complejo fenómeno resultante de una combinación de factores individuales, familiares y sociales.Supone una interferencia en el desarrollo evolutivo del niño y puede dejar unas secuelas que no siempre remiten con el paso del tiempo.
El abuso sexual constituye una experiencia traumática y es vivido por la víctima como un atentado contra su integridad física y psicológica, y no tanto contra su sexo, por lo que constituye una forma más de victimización en la infancia, con secuelas parcialmente similares a las generadas en casos de maltrato físico, abandono emocional, etc.Si la víctima no recibe un tratamiento psicológico adecuado, el malestar puede continuar incluso en la edad adulta.

En su mayoría, los abusadores son varones (entre un 80 y un 95% de los casos) heterosexuales que utilizan la confianza y familiaridad, y el engaño y la sorpresa, como estrategias más frecuentes para someter a la víctima. La media de edad de la víctima ronda entre los 8 y 12 años (edades en las que se producen un tercio de todas las agresiones sexuales). El número de niñas que sufren abusos es entre 1,5 y 3 veces mayor que el de niños.

Los niños con mayor riesgo de ser objeto de abusos son:
Aquellos que presentan una capacidad reducida para resistirse o para categorizar o identificar correctamente lo que están sufriendo, como es el caso de los niños que todavía no hablan y los que tienen retrasos del desarrollo y minusvalías físicas y psíquicas;
aquellos que forman parte de familias desorganizadas o reconstituidas, especialmente los que padecen falta de afecto que, inicialmente, pueden sentirse halagados con las atenciones del abusador;
aquellos en edad prépuber con claras muestras de desarrollo sexual;
aquellos que son, también, víctimas de malos tratos.
Según un cálculo de las llamadas «cifras ocultas»,entre el 5 y el 10% de los varones han sido objeto en su infancia de abusos sexuales y, de ellos, aproximadamente la mitad ha sufrido un único abuso.

Los abusos a menores de edad se dan en todas las clases sociales, ambientes culturales o razas. También, en todos los ámbitos sociales, aunque la mayor parte ocurre en el interior de los hogares y se presentan habitualmente en forma de tocamientos por parte del padre, los hermanos o el abuelo (las víctimas suelen ser, en este ámbito, mayoritariamente niñas). Si a estos se añaden personas que proceden del círculo de amistades del menor y distintos tipos de conocidos, el total constituye entre el 65-85% de los agresores.

Los agresores completamente desconocidos constituyen la cuarta parte de los casos y, normalmente, ejercen actos de exhibicionismo; sus víctimas son chicos y chicas con la misma frecuencia.

El 20-30% de los abusos sexuales a niños son cometidos por otros menores.

Es un acto considerado un delito por la legislación internacional y la mayoría de los países modernos, aunque no siempre haya una correspondencia entre el concepto psicológico y el jurídico del problema y no exista consenso sobre los procesamientos jurídicos de los abusadores.

Tanto los testimonios de adultos y niños sobre haber sido objeto de abusos sexuales suelen ser ciertos. Respecto de los adultos, el síndrome de la «memoria falsa» suele ser poco frecuente debido a que se trata de sucesos que dejan una impronta muy relevante en la memoria. En cuanto a los niños, solo un 7% de las denuncias resultan ser falsas; el porcentaje aumenta considerablemente cuando el niño está viviendo un proceso de divorcio conflictivo entre sus padres.